Según una noticia de Voz de China, se aproxima
el Festival Qingming (día de muertos en China), y con esta fiesta las
costumbres tradicionales de quemar incienso o arrodillarse en los cementerios
para rezar por los antepasados están cambiando gracias al desarrollo de
internet. Muchos portales de internet han comenzado a ofrecer el servicio de
¨ir al cementerio en tu lugar¨. El servicio incluye hacer reverencias, rezos y
hacer fotos delante de las tumbas como prueba de que se ha realizado el
servicio. Según los diferentes tipos de objetos necesitados para el ritual
varía el precio de los servicios. Por ejemplo, quemar objetos de diferentes
materiales cuesta entre 10 y 100 yuanes. Este tipo de visita al cementerio
previo pago ha generado muchas críticas sociales. Según el encargado de una
tienda online, han recibido muchos pedidos después de lanzar el servicio. La
mayoría de los clientes viven lejos de su ciudad natal y no tienen tiempo para
regresar a los cementerios de sus ciudades natales.
Margarita Suárez
amaba a los animales. Pasaba la mayor parte de su tiempo alimentando a los
perros callejeros que merodean cerca de su casa de Mérida (México). Allá donde
fuese, Margarita siempre iba rodeada de animales, tal y como publica Mirror.
Ese amor sin límites
fue correspondido el día de su funeral. Margarita Suárez falleció a principios
de marzo. Varios perros callejeros asistieron al funeral como si fueran
conscientes de la enorme pérdida que había en sus vidas.
Los trabajadores de
la funeraria negaron la asistencia de animales al funeral, y dijeron que nunca
vieron perros.
Pero un asistente al
lugar fotografió a números perros dentro de la iglesia, derrotados y alicaídos
alrededor del ataúd de Margarita, para la sorpresa de los amigos y la familia
de la mujer.
Después del funeral,
un gran número de perros callejeros siguieron lentamente el coche fúnebre hasta
de vuelta a la funeraria.
La familia de
Margarita dijo que los animales tenían un instinto que debían estar allí para
decir un último adiós a quién ha sido su ´madre’ durante tantos años.
La Cofradía del Santo
Entierro inauguró las procesiones semanasanteras vallisoletanas con su Vía
Crucis, que partió del convento de Santa Ana para llegar a la iglesia de San
Lorenzo.
Noche primaveral.
Silencio. Expectación. Un yacente sobrecogedor. Se inicia oficialmente la
Semana Santa de Valladolid, al menos en lo que a desfiles penitenciales se
refiere. La Cofradía del Santo Entierro inauguró las procesiones semanasanteras
vallisoletanas con su Vía Crucis.
Al filo de las ochoy
media de la tarde, las puertas de la iglesia de San Joaquín y Santa Ana se
abrían a ritmo de las gaitas y tambores de la banda de la cofradía de La
Piedad, y de las tinieblas de su interior emergía la espectacular talla de un
Cristo yacente, obra de Gregorio Fernández.
Meciéndose suavemente
al ritmo que marcan sus ocho cargadores avanza calle abajo, con destino a la
vecina iglesia de San Lorenzo acompañado de un buen número de penitentes, así
como representantes del resto de hermandades. Allí se celebró de forma solemne
el ejercicio del Vía Crucis quefinalizó con el rezo de una oración al titular
de la cofradía y la Salve a la Virgen de San Lorenzo, patrona de la ciudad.
El cortejo fúnebre,
ahora, regresa sobre sus pasos en medio de un gran silencio que añade
dramatismo a la escena. Sobre los hombros de los cofrades, un cuerpo que,
aunque inerte, parece que puede cobrar vida en cualquier momento. Su perfecta
anatomía salió hace cuatro siglos de la gubia del genial artista gallego que
supo plasmar como nadie el patetismo de un cuerpo muerto.
VÍA CRUCIS DEL CARMEN
Buen inicio de la
Semana Santa de Valladolid que tuvo su continuación con el Vía Crucis de la
Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz, que partió de la iglesia del
Carmen, en las Delicias, procesionando a hombros el Cristo de la Buena Muerte y
Nuestra Señora de los Dolores. Sin incidencias, buena temperatura y ausencia de
lluvia: el mejor prólogo posible a la Pasión de Valladolid.