viernes, 24 de octubre de 2014

Noticias: los restos del mariscal Tito no estuvieron en su funeral




Los funerales del líder de la ex Yugoslavia, Josip Broz Tito, el 8 de mayo de 1980, se realizaron con sacos de arena en el ataúd, sin la presencia del cuerpo.
Es que el cadáver se descompuso y de inmediato emitió un fuerte olor pestilente. Así que los más cercanos colaboradores de Tito decidieron reemplazar con arena el cuerpo, para evitar una situación incómoda a los jefes de estado y de gobierno que asistieron a la ceremonia fúnebre.
Lo reveló al diario de Belgrado Vecernje Novosti un exalto funcionario de los ex servicios secretos yugoslavos, Obren Djordjevic.
La muerte de Tito fue anunciada el 4 de mayo de 1980.
Fue jefe de Estado de Yugoslavia desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte a los 87 años.
Su régimen ha sido acusado del asesinato de prisioneros de guerra y limpieza étnica, además de democidio y confiscación de bienes contra italianos, alemanes y húngaros de Yugoslavia.
Después de la muerte de Tito, en medio de una severa crisis económica, las tensiones entre los pueblos del país crecieron. Tras el ascenso de partidos nacionalistas al poder en Serbia, dos de sus repúblicas constituyentes (Eslovenia y Croacia) declararon su independencia en 1991.
A ellas le siguieron Macedonia y Bosnia-Herzegovina al año siguiente, con tenaz resistencia por parte de Serbia.
En 1991 la tensión entre las diferentes repúblicas derivó en el sangriento conflicto conocido como guerra de Yugoslavia.

Fuente:  http://www.ambito.com/noticia.asp?id=762754

Noticias: Derbez y su polémica visita al Perè-Lachaise de París



Con motivo de la exhibición de No se aceptan devoluciones en el Festival Viva México el comediante decidió dar un paseo por la ciudad y visitó el cementerio donde descansan los restos mortales de varias personalidades mundiales.
En su particular estilo y humor González Derbez recorre el cementerio grabando con su teléfono celular hasta que una mujer le pide en francés que deje de hacerlo pues está prohibido grabar por respeto a los que ahí descansan. La mujer tapa la cámara en vista de que el actor no paraba de bromear.
En este cementerio, considerado el más grande de la ciudad parisina y uno de los más conocidos del mundo, se encuentran los restos del novelista Honoré de Balzac, el cineasta Marcel Camus, la cantante de ópera Maria Callas, el vicepresidente mexicano (1904-1911) Ramón Corral, la fotógrafa Gerda Taro así como la bailarina estadounidense Isadora Duncan.
Algunos usuarios de redes sociales, acostumbrados a las bromas simples del comediante, han justificado la visita mientras que otros consideran que, efectivamente, "se pasó de vivo".

Fuente:  http://www.sdpnoticias.com/estilo-de-vida/2014/10/16/aqui-es-donde-jim-morrison-vive-visita-de-derbez-a-cementerio-desata-polemica

Cementerios, panteones o camposanos



Por Rodrigo Velázquez Moreno

La mayoría de las culturas originarias coincidieron en enterrar a sus muertos y en considerar sagrado el lugar donde éstos reposaban. A pesar de la tecnología y los siglos transcurridos, esta tradición ha permanecido sin grandes cambios.

He aquí una brevísima semblanza sobre ese espacio en el que, tarde o temprano, «descansaremos».

¿Panteón o cementerio?
En principio hay que aclarar que un panteón es un altar, mientras que un cementerio es el espacio físico en donde se depositan cadáveres. Un poco de historia nos aclarará la tan común confusión entre ambos términos: el primero tiene origen en los antiguos templos donde los griegos adoraban a sus dioses; después, con la invasión romana, algunos de esos panteones fueron destruidos; otros, con más suerte, fueron transformados en nuevos templos para los dioses romanos.
Años después, cuando el catolicismo se convirtió en la religión oficial, la Iglesia se apropió de estos templos y los convirtió en basílicas. El Panteón Romano –Panteón de Agripa– fue uno de los que atravesó por dicha transformación: se convirtió en la Iglesia de Santa María de los Mártires, por lo que obtuvo inmunidad ante la masiva destrucción de espacios «paganos» –hoy es el único edificio de la Antigua Roma en la ciudad.
Durante el Renacimiento, aquella iglesia se convirtió en la Academia de los Virtuosos de Roma que, además, sirvió de sepulcro a artistas de la talla y fama de Rafael; en la época moderna, al recuperar su valor original como Panteón de Agripa, la idea de «ir al panteón a ver las tumbas de los famosos» no se hizo esperar: las familias adineradas la copiaron para sus nichos fúnebres y construyeron «panteones» para sus difuntos. Así, por costumbre, las personas comenzaron a llamar «panteón» a cualquier tumba y, también por extensión, a los cementerios. Entonces, el cometido de la religión católica se cumplió: se olvidó por completo que, de origen, un panteón era un templo dedicado a los dioses «paganos» –los griegos, primero, y después los romanos.

Y bueno...
Los cementerios siempre han tenido espacios físicos delimitados, normalmente ubicados lejos de las poblaciones. Supongo que desde tiempos prehistóricos el ser que dejaba de vivir era abandonado por varias razones: 1. no tenía ya ninguna utilidad para nadie –salvo, quizá, en las culturas caníbales–; y 2. los muertos apestan, atraen enfermedades y animales salvajes. Presumo entonces que, después de miles de años, los hombres entendieron que el riesgo de contraer enfermedades por la presencia de cadáveres disminuye si éstos se queman o se entierran; imagino también que ya eran lo bastante civilizados como para entablar lazos fraternales, incluso con cuerpos inanimados. Así pues, decidieron conmemorar las muertes de sus amigos y parientes y, para hacerlos permanecer en el recuerdo, qué mejor que edificar un lugar especial, que cumpliera con el requisito de lejanía [pero nomás tantito] para matar dos pájaros de un tiro: poderlos visitar en un lugar en el que no «contaminen» con su presencia.
Estos lugares reflejan las tradiciones y culturas de los pueblos que los construyeron. De ahí su importancia para los historiadores por sus múltiples asociaciones: catacumbas, sarcófagos, cementerios y ataúdes; cruces, lápidas, flores, etcétera.

Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/cementerios-panteones-y-camposantos-1413673140