sábado, 24 de octubre de 2009

Las mejores cervezas del mundo: Trapenses Belgas 1

Sólo existen siete cervezas trapenses en el mundo: La Trappe, Orval, Rochefort, Achel, Westmalle, Westvleteren y por último, la que hoy es homenajeada en el blog caprino: Chimay. Básicamente, la abadía de Chimay presenta tres modalidades de cervezas atendiendo a su graduación: la Chimay Etiqueta Roja de 7%, la Blanca o Triple de 8% y la Azul de 9%. Elaborada siguiendo las recetas más tradicionales y ancestrales de la región de Chimay, en Bélgica, cerca de la frontera con Francia, fue la abadía cistercense allí creada en el año 1850, la que poco después elaboraría una primera cerveza oscura de gran sabor y fermentación alta. Corría el año 1862, y desde entonces, esta abadía ha seguido elaborando estos sabrosos caldos de acuerdo con el método tradicional trapense. La Chimay Azul tiene 9% y es de un sabor intenso y exquisito. Su color es granate muy oscuro, y al abrirla desprende un olor muy penetrante a levadura y con toques florales dulzones. Una vez servida en copa, la espuma que se forma es densa y de color ocre, una de las características principales de esta cerveza. Sirviéndola bien en su copa correspondiente, la espuma forma una corona perfecta de unos 2 centímetros, esponjosa y porosa. En boca, el primer sabor que te llega de esta Chimay es su toque caramelizado y dulce que se va transformando con cada sabor, en un sabor ligeramente amargo y lupulizado, que se convierte en ese retrogusto que queda en boca una vez finalizada la cerveza. Decíamos que para que la espuma tenga la consistencia perfecta y el sabor sea completo, debe servirse perfectamente en su propio tankard. Para servirla debemos inclinar ligeramente la copa y servir la cerveza despacio sobre uno de los laterales de la copa, hasta que nos quede una tercera parte de la botella. Entonces colocamos recta la copa y seguimos sirviendo para que forme la corona de espuma. Justo antes de servir el último trago, hay que remover la botella pues en el fondo quedan los posos producto de la segunda fermentación que se le hace en botella. La Chimay Etiqueta Azul se sirve en tres formatos: 33 cl. , 75 cl. y la Magnum Grande Reserve de litro y medio. Hay que indicar que esta cerveza, como todas las trapenses, debe servirse a temperatura ambiente, nunca frías, pues con el frío pierden parte de sus cualidades. No son cervezas de refrescar, sino de sentarse tranquilamente y saborearlas. Su mejor acompañamiento es un buen queso curado, y de hecho, incluso, la región de Chimay tiene quesos de su propia denominación de origen, que resultan también exquisitos

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