sábado, 12 de mayo de 2012

En busca de los restos: Gérard de Nerval

Epitafio


Unas veces vivió alegre como un pájaro,
Enamorado, y luego despreocupado y tierno,
Otras sombrío, errático como un triste Pierrot,
Un día oyó que alguien golpeaba su puerta.
¡Era la muerte! Entonces le rogó que quisiese
Dejarle terminar su último soneto,
Y luego fue, impasible, a colocar su cuerpo
Que temblaba, en el fondo del helado ataúd.



Era un hombre holgazán, según cuenta la historia,
El tintero en su mesa se secaba olvidado.
Todo quiso saberlo, y nada consiguió.
Y al llegar el momento en que, harto de esta vida,
Al fin voló su alma, una noche de invierno
Dejó el mundo diciendo: “¡Para qué vine aquí!”.



Seudónimo de Gérard Labrunie, poeta y ensayista francés nacido en Paris en 1808.
Huérfano desde muy pequeño, su infancia transcurrió en la campo de Valois al cuidado de su tío abuelo. Enviado a Paris desde 1814, estudió en el colegio Carlomagno donde se apasionó por la literatura alemana, especialmente por Goethe, de quien fue un excelente traductor.
Su obra "Aurelia" de 1855, puede considerarse como el punto de partida de la poesía surrealista. Entre otras de sus obras figuran, "Viaje al Oriente" en 1851, "Les Illuminés, ou les precurseurs du socialisme" en 1852 y "Las Quimeras" en 1854.
Aunque los últimos años de su vida fueron los más productivos, sufrió graves trastornos mentales que lo obligaron a permanecer por temporadas en hospitales psiquiátricos. Finalmente, agobiado por las deudas y la enfermedad mental, se suicidó en Paris en 1855.

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