Una mujer viaja cada dos meses al cementerio de la
localidad misionera Dos de Mayo para visitar el nicho donde descansan
los restos de su esposo y pernocta allí, ya que tiene computadora con
internet, televisor, cocina a gas, cama y su propio medidor de luz.
El
insólito episodio fue confirmado por el comisario Gustavo Braganza,
jefe de la repartición de la localidad de 19 mil habitantes ubicada a
200 kilómetros de Posadas. La mujer fue identificada como Adriana
Villarreal, de 43 años, quien vive en la provincia de Buenos Aires y
hace dos años viaja a Dos de Mayo, cuando murió su expareja, Sergio
Reneé Checho Yede a los 28 años de edad, en confusas circunstancias.
Familiares
de difuntos se quejaron en la comisaría local, mediante varios llamados
telefónicos, porque del nicho "salía música a un alto volumen". El
comisario puso en conocimiento a inspectores municipales y éstos se
dirigieron al nicho, que "está preparado como una casa", según describió
Braganza.
La mujer "nos atendió vestida con pijama", contó el
jefe policial a la agencia de información francesa AFP. Además, aclaró
que no se advierte que tenga las facultades mentales alteradas y se
percibe que tiene un muy buen pasar económico.
Según Braganza,
ella va al nicho en Navidad y Año Nuevo para celebrar las fiestas junto
al cadáver de su difunto esposo, cuyo cuerpo está embalsamado y se puede
ver a través de un vidrio, donde incluso lleva pirotecnia. "Todos
comentan que el día que falleció el hombre, el 16 de junio de 2010, fue
una ceremonia particular, debido a que cuando se puso el féretro en el
nicho también hubo música y un lunch para los allegados. Antes hubo una
caravana de autos con bocinazos y cohetes", indicó.
El nicho tiene
"computadora, televisor, equipo de audio, silla, cocina a gas y cama",
expresó el comisario. La Policía labró un acta y notificó a la mujer,
tras la intervención del municipio, que el horario de visita es de 8:00 a
19:00 horas y no se puede pernoctar en el lugar.
El difunto era
oriundo de Dos de Mayo y se mudó a Buenos Aires para poner una pizzería
cuando conoció a su pareja. "Algunos dicen que se quitó la vida jugando a
la ruleta rusa, pero no se saben las circunstancias en que murió",
indicó el comisario.
Según misionesonline.net, Villarreal dio sus
explicaciones por su extraño accionar. "Mi idea es que no puedo pagar
tanto dinero para quedarme en un hotel mucho tiempo y aparte cuando
vengo lo vengo a ver a él, es el único familiar que tenía, ahora estoy
conociendo otro familiar de él", sostuvo.
"Pongo música despacito
porque a él le gustaba la música de acá, tengo mi computadora con
internet", agregó. La mujer explicó que no tiene miedo de dormir al lado
del cajón ya que "los muertos no hacen nada, los que hacen son los
vivos. Cuando se ama mucho al hombre uno puede hacer ese tipo de cosas.
Mi marido se merece eso y mucho más era una persona muy buena, todo lo
que puedo hacer por él es poco", concluyó.
Fuente: http://www.criteriohidalgo.com/notas.asp?id=98839
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