China se está quedando sin espacio para enterrar a los cerca de 10 millones de personas que mueren cada año en el país.
La sobrepoblación, el rápido proceso de urbanización, la construcción
masiva de infraestructuras y la necesidad de habilitar nuevas zonas
agrícolas dejan cada vez menos tierra libre para cementerios y áreas
funerarias.
En consecuencia, los precios de las tumbas aumentan vertiginosamente,
sobre todo en las grandes ciudades, y cada vez menos familias se pueden
permitir enterrar a sus seres queridos según la tradición.
"Mi padre murió en diciembre de 2011. Buscamos en el cementerio más
barato de Beijing, el de Panlongtai, en las afueras de la ciudad, pero
nos pedían 36 mil yuanes (casi 6 mil dólares) por un metro cuadrado",
explicó Dai Zheng, un oficinista de Beijing de 30 años.
"Soy demasiado pobre para morir. Nunca podré pagar la deuda que he
contraído para enterrar a mi suegro. Estoy condenado a cargar con ello
de por vida. Tendría que trabajar 200 años para pagarlo", se quejaba por
otra parte un inmigrante rural de Shangai en Weibo, una de las redes
sociales de China.
Los costos en espacios funerarios superaron hace mucho a los de las
viviendas. En Beijing, por ejemplo, los precios aumentan más del 20 por
ciento cada año. Por el metro cuadrado de la tumba más barata en 2008
pedían 7 mil yuanes (poco más de mil dólares), mientras que en 2012 el
precio ascendía ya a 42 mil (casi 7 mil dólares).
En Shanghai los precios son aún superiores, ya que está a punto de
agotarse el terreno dedicado a fines funerarios. En el cementerio de
Yinghaiguyuan, por ejemplo, medio metro cuadrado de nicho se pagaba el
año pasado a 69 mil yuanes (11 mil dólares).Con estos precios y ante la falta de tierra disponible, se ha fomentado
una cultura de cremación, pero no se controla lo que después hace cada
familia con los restos.
"El Gobierno chino lleva promoviendo la cremación desde 1956 y se ha
conseguido convencer a mucha gente en este tiempo, algo que parecía
imposible hace medio siglo, ya que para los chinos es muy importante ser
enterrado en un buen lugar", explicó Yang Genlai, profesor de
sociología del Instituto de Gestión Social de Beijing."El problema es que muchos de quienes creman los cuerpos los entierran
después, en lugar de meter las urnas en colombarios (nichos) o esparcir
las cenizas. Así, la tasa de cremación, que es lo que interesa a los
burócratas es alta, más del 50 por ciento, pero la mayoría de esas
cenizas se entierran", agregó el experto.
En los últimos años, algunas regiones han impulsado campañas para que
la población opte por tirar las cenizas de sus difuntos al mar, las
almacene en casa o las esparza en zonas abiertas como campos o parques.
Pero la población del gigante asiático no parece dispuesta a dejarse
convencer por estas campañas, ya que para una familia china es sumamente
importante tener un lugar en el cual honrar y reunir a sus ancestros,
siendo la profanación de tumbas uno de los mayores agravios posibles en
la cultura confuciana.
Así por ejemplo, en una de las ciudades de mentalidad más abierta de
China, como Shangai, sólo el uno por ciento de la población accede a
arrojar las cenizas al mar, mientras que el 19 por ciento pone a sus
seres queridos en nichos y el 80 restante los entierra."Los funcionarios son los primeros que reservan grandes espacios en los
cementerios para sus seres queridos. ¿Cómo quieren convencernos de que
nosotros no lo hagamos?", reclamó un internauta en Weibo.
El precio de las tumbas preocupa tanto a los chinos que algunos planean
su funeral reservando un espacio antes de que los precios sigan
subiendo.
A quienes tienen que cargar con una deuda de por vida tras costear un funeral se les llama "esclavos de la tumba".
Los funerales son también una ocasión para que los ricos chinos
demuestren su estatus. Quienes pueden permitírselo, pagan ceremonias
carísimas y compran enormes panteones de mas de un millón de dólares.
Algunos expertos dan por hecho que en las grandes ciudades quien
entierra a sus muertos no lo hace para siempre sino que los nichos
tendrán que reciclarse o desalojarse en las próximas décadas, ya que no
habrá espacio para todos.
Diseñan buque para sus muertos
Sepultar a los muertos siempre ha sido una cuestión seria en la sociedad china. Se cree que los arreglos fúnebres inapropiados traen mala suerte para la familia del fallecido.Según algunos informes no oficiales publicados en la prensa china, el margen de ganancias de los centros funerarios ha crecido entre el 200 y el 300 por ciento en los últimos tres años.
Diseñan buque para sus muertos
Sepultar a los muertos siempre ha sido una cuestión seria en la sociedad china. Se cree que los arreglos fúnebres inapropiados traen mala suerte para la familia del fallecido.Según algunos informes no oficiales publicados en la prensa china, el margen de ganancias de los centros funerarios ha crecido entre el 200 y el 300 por ciento en los últimos tres años.
Frente a una realidad tan complicada para la sociedad china, una
empresa de la costa sur propuso un cementerio flotante con capacidad
para 370 mil nichos a perpetuidad y un costo promedio de 65 dólares por
cada uno.
"Los arquitectos siempre piensan en la vida para diseñar edificios,
pero no muchos piensan en la muerte", dijo Benny Lee, diseñador en Bread
Studio a la cadena CNN.
Diseñado como un crucero, el proyecto de Lee busca armonizarse con la
economía de los ciudadanos sin olvidar los festivales de Cheung Yeung y
Ching Ming, donde las familias viajan a los cementerios para rendir
homenaje a sus antepasados.
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