martes, 15 de julio de 2014

Curiosidades: La ciudad en donde está prohibido morirse


Fuente: http://www.ultimahora.com/la-ciudad-donde-esta-prohibido-morirse-n772208.html
Hay una pequeña ciudad de más de 2.000 habitantes, ubicada al norte del mundo, en donde es posible nacer, pero no morir.
El sueño de la inmortalidad, tantas veces perseguido por aventureros, filósofos, escritores, alquimistas, científicos, parece haber encontrado una fórmula en la ciudad de Longyearbyen, capital del archipiélago de las Svalbard.
Según un reportaje publicado por Javier Reverte, en el diario español El País, "nadie muere en Longyearbyen", porque "en esta ciudad está prohibido morirse".
Ubicada en la isla Spitsbergen, a 78 grados y 15 minutos de latitud norte, muy cerca del Polo Norte,  Longyearbyen es la ciudad poblada más septentrional del planeta, con temperaturas que pueden sobrepasar en el invierno los 50 grados bajo cero, donde hay de todo, pero menos cementerios.
Según relata Reverte, se debe a varias razones y una de ellas es política, ya que no está muy claro a quién pertenece el lugar. En teoría a Noruega, pero la ONU no lo acepta, ya que hay reclamos territoriales de España y de Rusia, que también mantienen presencia histórica en el lugar.
"El estatus impreciso de las Svalbard permite que la vida en las islas sea más anárquica que en la Noruega continental. En Spitsbergen se bebe sin restricción ninguna y a buen precio. Y cualquiera que lo desee puede instalarse libremente en su territorio", destaca Reverte.
También hay razones científicas. A principios del siglo XX, unos exploradores de ciencias desenterraron los cadáveres de unos marineros que habían fallecido de influenza, pensando que el suelo congelado conservaría los virus de la enfermedad gripal. Acertaron y lograron crear una vacuna contra un mal que había desatado la enorme pandemia de 1918. Resultó que los cadáveres estaban en perfecto estado de conservación a causa de la enorme capa de hielo que cubría y rodeaba los ataúdes.
Con el sueño de poder conservar sus cuerpos naturalmente intactos, después de muertos, y poder ser revividos en un eventual futuro, mucha gente comenzó a instalarse en las islas para morir y ser enterrada en ellas.
"A las autoridades no les quedó otro remedio que prohibir las inhumaciones en las Svalbard. Más aún, en ningún edificio se permite la construcción de rampas para gente impedida, para que los ancianos minusválidos no puedan instalarse y morir en la ciudad. Si alguien fallece en estas islas, su cadáver es enviado a casa en aeroplano", explica Reverte.

Esa es la razón por la que la nadie ha muerto, al menos oficialmente, desde hace 70 años, en Longyearbyen.

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