Por: Redacción El
Universo
Entre todas las
tumbas y mausoleos de los expresidentes de la República, que en su mayoría son
grandes estructuras de concreto cubiertas de mármol y figuras esculpidas del
mismo material, hay una que casi pasa desapercibida en el Cementerio General de
Guayaquil.
Se trata del nicho
del exmandatario José Luis Tamayo (1920-1924), ubicado a pocos metros de la
puerta cuatro del camposanto. Durante un recorrido que EL UNIVERSO hizo por el
cementerio, por motivo del Día de los Difuntos, tomó más tiempo en la búsqueda
de esta tumba. “(Desde la puerta cinco) Váyase largo por este pasillo y en los
bloques generales de ese lado (la puerta cuatro) ahí está la tumba de
Tamayo...”, indicó uno de los obreros que se dedican a limpiar las bóvedas.
No había flores, ni
siquiera el tradicional dibujo de Jesús para que llame la atención. Solo su
nombre en letra manuscrita y la fecha de su muerte: 7 de julio de 1947, en una
sencilla tapa de mármol. “Vivo muy honroso con mi pobreza”, escribió Tamayo en
un telegrama para agradecer y rechazar la pensión vitalicia que el Congreso de
ese entonces le había concedido.
A pocos metros, casi
junto al cerramiento de la calle Julián Coronel, está la tumba del predecesor
de Tamayo, el también expresidente Alfredo Baquerizo Moreno (1916-1920).
En la misma zona de
la puerta cuatro, al fondo y arriba, reposan parte de las cenizas del
expresidente general Eloy Alfaro (1897-1901 y 1906-1911). Es uno de los más
grandes mausoleos de la zona, al igual que el del exmandatario Vicente
Rocafuerte (1835-1839), que se encuentra en la puerta tres.
Por esta entrada se
llega a las tumbas de la mayoría de los quince ex gobernantes sepultados en el
Cementerio General.
Allí están Lizardo
García (1905-1906), Víctor Emilio Estrada (1911), Diego Noboa (1850-1851) y
Francisco Robles (1856-1859). Mientras que en la puerta catorce está el
mausoleo del expresidente Jaime Roldós Aguilera (1979-1981).
En el cementerio
también están José María Urbina, Carlos Julio Arosemena Tola, Juan de Dios
Martínez, Vicente Ramón Roca, Carlos Alberto Arroyo del Río y Clemente Yerovi.
En tanto que en
Parque de la Paz, en La Aurora (Daule), está sepultado el expresidente León
Febres-Cordero (1984-1988). (I)
¡Oh! Muerte, muerte, muerte, tú la
libertadora, en cada tumba abierta enciendes una aurora que irradia promesas y
esperanzas de otro mundo habitado que ya no alcanzas”. (epitafio)
Alfredo Baquerizo Moreno, exgobernante
Porque en el momento en que el pueblo
conoce sus derechos, no hay otro modo de gobernarlo, sino el de cultivar su
inteligencia y de instruirlo en el cumplimiento de sus deberes.
Vicente Rocafuerte, expresidente
Todo sacrificio en función del bien común,
por la tierra donde uno nace y sabe que va a morir, vale la pena, bajo
cualquier circunstancia.
León Febres-Cordero,expresidente
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