domingo, 3 de octubre de 2010

¡Cementerios de mascotas?: ROTARITO jamás lo hubiera aceptado.


Husmeando en webs de contenido fúnebre he encontrado un cementerio de mascotas en Japón. Ofrece todos los servicios fúnebres que la moda imperante ha impuesto en el caso humano: cremaciones, lapidarios de lujo, servicios exequiales y un montón de huevadas que no creo que a ellos (los animales) les importen en lo más mínimo. Decía Rotarito cuando estaba vivo: "mira cabrón, no me vayas a enterrar en el árbol de cedrón que hay mucho bicho, mejor me pones junto a la buganvilla esa que nunca da flores". Hay que recordar que Rotarito fue administrador, jefe y sepulturero de su propio camposanto "Jardines del Cedrón"; sin embargo, la muerte le encontró con 17 de sus 19 nichos desocupados.
Yo cumplí con mi promesa y le enterré junto a la buganvilla. Ahora esa planta, otrora yerma y débil, se ha convertido en un frondoso arbusto que ha empezado a florecer con grandes hojas del tamaño de una palma de la mano.
Rotarito murió de pie, y de seguro que hubiera preferido descansar en su propio cementerio, ya que dada su vocación anti todo, le hubiera disgustado mucho ser vecino de nicho digamos de un Puppy, o de algún otro tipo de animal amañado por algún humano.
Juró venganza y se ha convertido en un aparca infernal, al punto que ya se llevó a mi Tía Margui, a la Abuela (que nunca fue de su devoción), a Ronnie Dio y a Saramago. El resto sí ha muerto por causas ajenas a él. (no le culpemos de todo).
Ahora ha llegado a nuestra apacible casa la nemesis del gran Rotarito: Rotarita. Una perrita buena, amiga del David Almeja, lo que demuestra sus diferencias (recordemos que a Rotarito siempre le molestó la Almeja, a quién siempre llamó: Mugroso Brasilero. Lo único que sé es que por las noches todavía camina orinándolo todo.
Cementerios de animales, Rotarito, empresario fúnebre, se hubiera cagado de risa y les hubiera escupido.

2 comentarios:

Abel dijo...

Se le debe un nuevo homenaje al gran Rotarito...

Diablo Huma dijo...

Ciertamente El Rotario lo sigue orinando todo