Investigadores cubanos
aúnan esfuerzos para hallar vestigios de un cementerio chino del siglo XIX y de
la estación de cuarentena asociada al camposanto, dentro de una península
perteneciente a la Bahía del Mariel.
Las exploraciones en el
lugar comenzaron en 2011 y continuarán este año con la asistencia de expertos
de varias instituciones científicas, confirmó a Prensa Latina Edel Mayol,
director del museo de esa occidental localidad.
Durante las pesquisas
-precisó-, fue descubierto el piso de la capilla de la rústica necrópolis,
evidencias de un presunto embarcadero, ambos del siglo XIX, y parte del muro de
piedras que separaba al viejo hospital del resto de la zona.
Según el especialista, las
indagaciones por la región posibilitaron determinar la ubicación de otro
cementerio erigido una centuria después probablemente en sustitución del
primero.
Tales búsquedas permitieron
hallar entre las tumbas falsas bóvedas -sólo con brocal superior-, y
particularmente una con cierto grado de preservación, en la cual se conservan
aún inscripciones con caracteres chinos, añadió el historiador y espeleólogo.
Se trata, insistió, de una
excavación de rescate para ahondar en ese capítulo de la historia y salvar
todas las reliquias posibles, dentro de la llamada zona de desarrollo del
puerto del Mariel, un megaproyecto en ejecución.
De acuerdo con fuentes
documentales a partir de 1861 existió en esos predios un lazareto o estación de
cuarentena, donde eran ingresados cierto número de chinos llegados a Cuba en
embarcaciones con epidemias a bordo, hasta 1874.
Se estima que el hospital
acogió a unos 29 mil colonos asiáticos quienes venían supuestamente como trabajadores
contratados, aunque vivieron casi en condiciones de esclavitud, de ellos pudo
morir aproximadamente el uno por ciento, o sea, 290 personas, afirmó Mayol.
El coordinador de las
exploraciones explicó que los fallecidos eran enterrados en el cementerio
contiguo a la estación de cuarentena, la cual sirvió luego durante la guerra de
independencia (1895-1898) como hospital de sangre y a principios del siglo XX como
sanatorio para narcómanos.
Las venideras indagaciones
abarcarán también una porción de la bahía, donde anteriormente aparecieron cruces
y otros rastros.
Tales vestigios, incluidos
los restos del lazareto y del primer camposanto, son las últimas evidencias de
la existencia en Cuba de estaciones de cuarentena para internar a viajeros
llegados en navíos desde la nación asiática y otros países.
El muro hallado, las
evidencias de una zanja que bordeaba el hospital como elemento de separación,
son únicos en Cuba en cuanto a sanidad marítima, aseguró el experto.
Fuente:http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=2389341&Itemid=1
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