Por Alberto garcía reyes. Fotografía José Galiana
En
noviembre de 2010, el Ayuntamiento de Sevilla dio permiso a los responsables
del Cementerio de San Fernando para llevar a cabo exhumaciones en varias calles
del camposanto con el objeto de reorganizar la zona y ganar espacio. Esta
medida se tomó sin ponerla en conocimiento de los afectados. Y ha sido
descubierta tras la denuncia de una familia por la desaparición de los restos
de su madre, como publicó ayer este periódico.
La
desaparición de este cadáver motivó la apertura de un expediente municipal en
noviembre de 2011, fecha en la que los dueños del nicho se percataron del
extravío al ir a poner flores a su difunta con motivo de la festividad de los
muertos. El hueco estaba vacío. En el Cementerio nadie supo dar explicaciones
del paradero de este cadáver. Así que los familiares, a través de Facua,
comenzaron a movilizarse. Según la documentación a la que ha tenido acceso ABC,
reclamaron «por escrito el 15 de noviembre de 2011 y el Cementerio inició
inmediatamente un expediente para determinar la responsabilidad patrimonial de
la Administración».
En
esta investigación «se llegó a la conclusión de que en 2010 se dio orden para
realizar algunas exhumaciones en la misma calle donde se encontraba la
fallecida y ésta posiblemente fue exhumada por error». En este punto, el
Ayuntamiento asegura que la familia decidió ir a la vía
contencioso-administrativa para solicitar una indemnización, por lo que
paralizó sus acciones a la espera de que se dicte sentencia. Facua, en cambio,
sostiene que el Ayuntamiento alegó falta de presupuesto para cerrar el
expediente y que por eso los afectados decidieron acudir a los tribunales.
Según
esta asociación, el cadáver se perdió entre junio de 2010 y octubre de 2011.
Pero ya está acreditado que sólo se produjeron exhumaciones en el verano de
2010, por lo que tuvo que ser en ese proceso cuando se extraviaron los restos
de la difunta, que siguen sin aparecer. El caso, además, desvela la práctica de
decenas de exhumaciones sin control en aquella época, por lo que en el futuro podrían
revelarse más extravíos.
Todo
empezó cuando M.B.S., socio de FACUA Sevilla, acudió el 1 de noviembre de 2011
a visitar la tumba de su madre y al llegar allí «se llevó la amarga sorpresa de
que el nicho estaba vacío, pese a tener toda la documentación en regla». La
familia había renovado la cesión temporal de la sepultura hasta el 26 de
noviembre de 2012. Sorprendido, consultó según Facua con la propia
administración del cementerio, donde le indicaron que el cuerpo había sido
exhumado, «sin previo aviso ni consentimiento, por error». Además, el
cementerio había «perdido sus restos», impidiendo así cumplir con la voluntad
de la propia fallecida de descansar junto a su difunto esposo.
Fuente: http://sevilla.abc.es/sevilla/20150220/sevi-cadaver-perdido-descontrol-201502191957.html
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