Por Stuart Graham Fotografía:Ralf Krüger
El
pequeño pueblo sudafricano de Qunu, situado en la provincia de Cabo Oriental,
fue la tierra del Nobel de la Paz Nelson Mandela. Estos son sus ritos
funerarios:
Uno
de los ancianos del pueblo, el nonagenario Mda Mda, recuerda el rito
tradicional de los xhosa, el grupo étnico al que perteneció Madiba. “Toda
persona de linaje real era sepultada en un lugar aparte, normalmente una colina
rocosa, pero no demasiado lejos de la gente”, explica mientras planta semillas
de espinaca en su parcela, con la misma energía como si tuviera muchos menos
años.
Mandela
provenía del linaje real del clan Thembu, perteneciente a los xhosas, los
líderes tradicionales de la parte sudeste de Sudáfrica.
Según
Mda, la costumbre manda que cualquier hombre de su linaje, o de la estatura de
Mandela (según diversas fuentes medía 1,83 metros) fuera enterrado en vertical,
envuelto en una capa de cuero de oveja. Una guardia de honor protegía la tumba
y se encargaba de repeler a los malos espíritus.
“Se
vigilaba la tumba 24 horas al día durante un año”, cuenta el anciano, que
antaño ejerció como abogado y posee un vasto conocimiento sobre las tradiciones
de su pueblo. Ser uno de estos guardias, añade, “era considerado un honor”.
Durante
los primeros meses tras la muerte, amigos y familiares llevaban una vida
austera, alimentándose sólo con lo básico. Una vez convencidos de que el alma
del difunto descansaba en paz, el pueblo lo celebraba sacrificando un buey.
En
el remoto Qunu, la mayoría de la población es reticente a hablar de la muerte.
“No discutimos abiertamente sobre la muerte”, declara Silumko Mandela, sobrino
del fallecido líder anti Apartheid. “Cuando la gente llora a sus seres
queridos, lo hace de forma tranquila, incluso si están tristes.”
Un
anciano del clan Thembu, sentado al lado del sobrino de Mandela, añade que los
cuerpos deben ser escoltado antes de enterrarlos. “Cada vez que los restos sean
trasladados de un lugar a otro es importante que un aciano del clan Thembu esté
presente para comunicarse con él y decirle a dónde lo llevan y por qué. También
ha de saber quiénes están presentes”, añadió, rechazando mencionar su nombre.
Mda,
por su parte, recuerda como a lo largo de su vida ha visto muchos cambios en
las tradiciones de los xhosa. La mayoría ellos, incluidos los de linaje real,
adoptaron muchos elementos de la tradición fúnebre cristiana, como el ataúd colocado
en una tumba rectangular.
“Ahora
se sigue la tradición europea”, cuenta. “La fe cristiana hace de la muerte un
gran evento, y se considera una forma muy digna de ser enterrado”, añade.
“Además de mucho más barata.”
Fuente: http://www.ngenespanol.com/el-mundo/culturas/15/03/12/ritos-funebres-tradiciones-xhosa-sudafrica.html
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