Fuente: http://www.eluniverso.com/noticias/2014/02/14/nota/2180866/funeraria-penso-hinchas-tiene-ataudes-astillero
En medio de las
predominantes tonalidades café, color tradicional de los ataúdes, resaltan los
dos colores que alimentan la pasión de miles de guayaquileños amantes del
fútbol, el azul y el amarillo.
Es esa pasión
futbolera que inspira dichos como aquel que gritan los emelecistas: “Si jugaras
en el cielo, moriría por verte”, o aquel del poeta Fernando Artieda que
sentencia que sin JJ: “Solo nos queda Barcelona”, es la que inspira también
ideas originales para que, incluso, en el descanso eterno los hinchas no se separen
del equipo de sus amores.
Quienes transitan
por las calles Baquerizo Moreno y Loja no pueden evitar voltear -algunos no
resisten la curiosidad y entran al lugar - para ver los dos ataúdes que están
colocados a la entrada de la funeraria Olivares y que llevan plasmado en
aerosol los escudos de Barcelona y de Emelec.
Todo comenzó hace
un poco más de un año, cuenta Gabino Olivares, quien está en el negocio desde
hace 20. “Mi papi fue el de la idea; él era bien barcelonista, un hincha a
muerte. Un día me dijo: ‘mijo, está de que hagas uno (ataúd) del Barcelona’, y
ahí lo hice”, recuerda Olivares, quien maneja la funeraria que fundó su padre,
Francisco Olivares, hace 51 años.
La primera caja, la
de Barcelona, se vendió con éxito. Ese fue el empujón para que Gabino, quien es
hincha de Emelec “desde niño”, pensara en ofertar una caja mortuoria para los fanáticos
del equipo eléctrico.
“A veces pasan
chicos, casi siempre jóvenes bien fanáticos, ven las cajas y entran, las miran,
las tocan y dicen: ‘cuando me muera, así quiero que me entierren’”, cuenta
Jenny Moreira, quien labora en la funeraria y ha sido testigo de la emoción que
despierta en los hinchas el saber que hay ataúdes con los colores de sus
equipos.
Son de madera de
laurel y por dentro están recubiertos de tela de satín y detalles de encaje. En
la tapa superior, en donde generalmente se coloca la foto del difunto, se ve un
recuadro en el que están impresos los escudos con las estrellas de los
campeonatos alcanzados por los equipos del Astillero.
En el exterior se
plasma el arte en aerosol. “Campeón... Barcelona”, se lee entre dibujos de
llamas de fuego. En el féretro azul, en cambio, unos rayos con efecto de
tormenta eléctrica rodean el escudo y en el centro se lee: “Emelexista”.
Los ataúdes cuestan
$ 900, el proceso de elaboración toma una semana y al mes se venden unos cuatro
o cinco. El más vendido es el del Barcelona, reconoce Gabino y añade que ya
está pensando en hacer ataúdes de otros equipos populares, como El Nacional,
Deportivo Quito y Liga Deportiva Universitaria de Quito.
“Es una labor
trabajosa, aparte de la persona que elabora el féretro contrato a un artista
para que lo pinte y lo decore. La gente entra atraída por eso, les llama la
atención”, dice Olivares, quien desde ya asegura que como buen emelecista
cuando le toque partir, lo hará dentro de un ataúd azul.
Mi papá era hincha
del Barcelona y cuando yo era niño me llevaba a los clásicos, pero yo iba para
alentar al Emelec. Un tiempo antes de morir me dio la idea de hacer el ataúd de
Barcelona ”.
Gabino Olivares,
propietario.
Cifras
En Guayaquil
Los difuntos
El Cementerio
General o Patrimonial de Guayaquil alberga a 466.000 difuntos, aquí se realizan
entre 18 y 23 sepelios a diario. En la funeraria Olivares (Baquerizo Moreno y
Loja) se venden al mes unos 25 féretros tradicionales.
530
mil
difuntos acogen los
cementerios de Guayaquil, tanto los de la Junta de Beneficencia y los privados.
900
dólares
cuestan los ataúdes
relativos de Barcelona y Emelec. Los de otros colores se los comercializa desde
$ 300.
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