viernes, 28 de septiembre de 2012

Nueva arquitecura funeraria: el cementerio musulmán en Altach

Arquitectos: Bernardo Bader
Ubicación: Altach, Vorarlberg, Austria
Año Proyecto: 2012
Área Proyecto: 8,400 m2
Fotografías: Adolf Bereuter, Nikolaus Walter, Peter Allgäuer, Bernardo Bader

El diseño de un cementerio se basa en las creencias y los ritos funerarios, que dicen mucho de un entendimiento particular de la naturaleza y las relaciones sociales. El hecho se muestra claramente en el proyecto para Musulmanes en Voralberg.
© Adolf Bereuter
Sin importar la orientación religiosa, la forma de los sitios comunes para cristianos y musulmanes en el primer jardín. Este jardín se caracteriza por el cultivo de su tierra que se define claramente de la superficie.
© Nikolaus Walter
Al crear un jardín por primera vez un pedazo de terreno se cerca y delimita con lo natural. La meta del diseño es abierta y clara en el concepto general.
© Adolf Bereuter
Una ola delicada en los paneles a distintas alturas que enmarcan las tumbas y la estructura construida. La escala de estas permite una implementación en etapas en donde las tumbas se extienden al paisaje.
© Nikolaus Walter
Estos campos de tumbas están rodeados por muros bajos que forman distintas piezas separadas.
© Peter Allgäuer
Cada una está dividida en un área compacta organizada para las ceremonias, y una pieza pequeña con un asiento. El rango de las facilidades requeridas se desarrollan fuera del muro.

lunes, 24 de septiembre de 2012

El Cóndor de Père-Lachaise

Por Fernando Iwasaki


«La forza che non sa formarsi in tempo, bisonte o uomo o condor»
Italo Calvino, Il castello dei destini incrociati
A RAÍZ DE mi visita a la tumba del poeta José Joaquín Olmedo en el Cementerio General de Guayaquil, he tenido que remitir a algunos amigos a mi álbum Necrijón, para que les conste que mi curiosidad funeraria no es necrófila sino literaria. Sin embargo, mentiría si no admitiera que los cementerios atesoran historias tan persuasivas y conmovedoras como la del Cóndor de Père-Lachaise, el mayor de los cementerios de París.

En Père-Lachaise están sepultados Molière, Balzac, Proust y Óscar Wilde, cuya tumba está barnizada de besos de carmín y de furiosas declaraciones de amor garrapateadas con barras de labios.
Oscar Wilde fue enterrado por el dueño de la pensión Alsacia (hoy, Hotel «L’Hotel» en la rue de Beaux Arts) en una tumba para indigentes del cementerio de Bagneux, de donde fue traslado a Père-Lachaise gracias a la generosa donación de una lectora. Sin embargo, ante las constantes profanaciones de la tumba de Wilde, en 1914 sus admiradores colocaron sobre la fosa un gigantesco monolito del escultor Jacob Epstein, que representa una esfinge andrógina. Por desgracia, una mañana de 1922 la esfinge amaneció castrada y gracias a una anónima denuncia la policía recuperó la reliquia de la casa de una pareja de homosexuales. Desde entonces aquel aderezo genital sirve de pisapapeles en la mesa del director del cementerio de Père-Lachaise.
Personalmente no le hallo la gracia al manflorita que protege los escombros de Wilde, ya que en Père-Lachaise hay monumentos funerarios bellísimos y hasta de un provocador sentido del humor, como el busto del actor, cantautor y dibujante André Gill, a quien nunca le falta una flor en el ojal desde que falleció en 1885.
Así fue como descubrí al Cóndor de Père-Lachaise, mientras contemplaba la figura yacente del periodista Víctor Noir (1848-1870), asesinado por Pierre Bonaparte la víspera de su boda; es decir, en ardor de castidad. Sin duda que al escultor Jules Dalou no se le escapó aquel detalle, porque inmortalizó a Víctor Noir con una erección tan majestuosa, que su tumba se ha convertido en lugar de peregrinación del mujerío más variopinto, desde curiosas y calentorras hasta frígidas y estériles, pasando por mitómanas y performers. Las leyendas urbanas aseguran que besos, tocaciones y arrenalgamientos conllevan distintas prestaciones, y por eso la entrepierna de Víctor Noir luce un bronce bruñido, mientras el resto de la escultura sufre la gonorrea del verdín.
Sin embargo, junto a la tumba de Víctor Noir se levanta un solemne mausoleo consagrado a la memoria de un muchacho de dieciséis años fallecido en 1890, quien por entonces ya sería todo un jovencito aunque hoy habría sido un niño grande y pasmarote, de esos que todavía reclaman los besos de los padres, porque los dieciséis es la edad de las últimas ternezas y de los primeros desvaríos pavícolas.
No le habría prestado mayor atención a dicho mausoleo –¡uno más entre miles!-, de no haber reconocido sobre la cancela de la entrada un escudo que vi por primera vez en el monedero que me dio mi abuela guayaquileña el día que cumplí ocho años: «Guárdalo –me dijo-, porque este monedero me lo regalaron a mí cuando era chica y éste es el escudo de Ecuador. Acuérdate siempre». Sí, repujado en hierro reconocí el escudo de Ecuador y más arriba leí el nombre de la familia: YCAZA.
Cuando era alumno universitario e incluso cuando impartía mis remotas clases de historia en la Facultad de Letras, aquel mausoleo me habría servido para escribir un ensayo sobre las oligarquías exportadoras de cacao, para publicar un estudio acerca de las burguesías latinoamericanas en París o para reflexionar muy campanudamente sobre la identidad y el estado-nación. Sin embargo, la tumba de Juan Martín de Ycaza (1874-1890) me conmovió porque ahora soy un latinoamericano transterrado en Europa y porque también soy padre de un chico de dieciséis años, la misma edad en la que murió Juan Martín.
En el muro frontero a las rijosas reliquias de Víctor Noir, podemos leer que Juan Martín de Ycaza fue reclamado por Dios el 25 de mayo de 1890 y, sobre tres lágrimas buriladas en el granito -como una metáfora de infinito dolor- leemos sa mère inconsolable, su madre desconsolada.
Me gustaría saber si Juan Martín de Ycaza habría muerto víctima de alguna de las epidemias de la época, carcomido por una feroz enfermedad de nacimiento, como consecuencia de algún accidente fatal o quizá en el campo de batalla, peleando bajo el pabellón de un país que no era el suyo, porque su verdadero país -el de sus padres y el de las míticas historias de la primera infancia- era el del escudo del monedero de mi abuela: Ecuador.
En el cementerio de Père-Lachaise hay muchos muertos ilustres que me atraen como latinoamericano, pero nadie me había conmovido tanto como el joven Juan Martín. Ni los guatemaltecos Miguel Angel Asturias ni Enrique Gómez Carrillo, ni mi paisano José Ignacio Merino ni el colombiano Rufino José Cuervo.
Aunque los padres de Juan Martín acudieron a los artistas y arquitectos parisinos más prestigiosos de su tiempo, el mausoleo de su niño ha envejecido y languidece en el olvido, a pesar de los bronces finos, los preciosos vitrales y los hierros forjados. Juan Martín murió como un señorito, pero cien años después se ha convertido en un proletario más entre las tumbas sin flores de Père-Lachaise.
En el Cementerio General de Guayaquil vi el mausoleo de la familia Ycaza-Gaínza y me acordé del Cóndor de Père-Lachaise. ¿Sería guayaquileña -como mi abuela- la familia de Juan Martín? Manuela Franco me regaló el monedero cuyo escudo reconocí en un cementerio de París para narrar así esta historia que por fin puedo devolver a mis paisanos de Guayaquil, aunque uno haya nacido en Lima y viva en Sevilla.
La próxima vez que vaya a París, sembraré semillas de Guayacán a la vera de Juan Martín y le leeré unos versos de Alfredo Gangotena que no pudo conocer, pero que habría entendido de maravilla:
Accourez, vous tous ceux du bocage,
avec cristaux et palmiers,
avec la fièvre des yeux et autant d’autres clartés.
Me pregunto si algún descendiente de la familia de Juan Martín se reconocerá como deudo suyo después de leer esta crónica, pues a mí el Cóndor de Père-Lachaise me concierne porque es una suerte de consulado fantasma para nosotros los desterrados, porque mi abuela me pidió que jamás olvidara aquel escudo y porque todos los niños muertos son mis hijos, como en los desolados versos de Rimbaud.
Sevilla, septiembre de 2012
fuente: http://www.gkillcity.com/index.php/el-chongo/1010-el-condor-de-pere-lachaise

El Cementerio San Pedro de Medellín cumple 170 años


Por Mónica Quintero Restrepo
Esa primera persona era una mujer. Se llamaba Sixta Fernández de Jaramillo, pero de ella queda el nombre. No está ni la tumba, ni los restos. Solo se sabe que fue enterrada en 1845.
“No hemos podido saber quién era o qué pasó”, dice Juan Diego Torres , historiador y coordinador académico del cementerio museo San Pedro. Así que de esos que fueron enterrados hace mucho tiempo, los más viejos que están todavía son los Barrientos: José Antonio y José María. La fecha, hacia 1845-1846.
Fue un 22 de septiembre de 1842 cuando se fundó el cementerio San Pedro, que primero se llamó San Vicente de Paul. El médico Pedro Uribe Restrepo reunió a 50 socios, representantes de 50 familias, para crear el primer cementerio privado. Ese día hicieron el acta de fundación de ese edificio de color blanco que suma ya 170 años.
En la época existían dos camposantos. El de San Benito, fundado en 1808 (no duró mucho), y el de San Lorenzo, en 1826, que funcionó hasta 2007.
“Ellos van a ver que para ese momento -señala Juan Diego- el San Lorenzo no representaba esa importancia en términos estéticos. No era un lugar bonito y así lo dicen en su acta. Este va a ser un proyecto elitista y excluyente. Un cementerio para los ricos, casi como un club”.
Desde ese 22 se empieza el trabajo de edificación, que finaliza en 1845. Lo primero que se construye es la rotonda circular, conocida como galería San Pedro. También las galerías laterales San Vicente. Después irá creciendo hacia los lados y hacia atrás. Una de las últimas reformas se da en 1950: quitan la verja de hierro, que dejaba ver hacia adentro, y construyen el hall de entrada y los muros. Lo último que se hizo fue el cenizario.

El cambio
Cuando empieza la tendencia, a nivel mundial, de los campos cementerios, léase Campos de Paz y Montesacro, las élites empiezan a enterrar allí a sus muertos. Así que, a partir de 1970 el San Pedro va a dejar de ser exclusivo para los ricos y se abrirá a todas las personas, de todos los estratos. Eso hace que el cementerio se convierta en un lugar donde confluyen esas maneras diferentes de representar la muerte.
“En el patio central se ven esas representaciones en torno al arte académico, esos mausoleos y monumentos y en las galerías, representaciones más desde lo popular: afluencia de flores, esquelas, tarjetas, dedicatorias”. El San Pedro se convierte en un lugar de memoria, que permite entender los cánones de la sociedad y su manera de ser.
Después del pasado, de 170 años de enterrar personas, de pasar por momentos importantes o difíciles y a veces contradictorios, como en la época del narcotráfico, cuando hubo bonanza, pero una sociedad muy deteriorada, queda mirar al futuro.
El plan, señala Carlos Mario Rodríguez , arquitecto y miembro del equipo consultor para la formulación del plan especial, busca entender qué significa que el San Pedro sea bien de interés cultural y cómo se ve a futuro. La intención es que siga siendo un espacio de memoria y reconciliación, cuidar su infraestructura e integrarlo a la ciudad como un parque publico.
El plan maestro se formuló y tiene la fecha de estar completo en 2030 o, en lo posible, mucho antes. La historia no espera. Ya se escribieron 170 años, que se leen en las paredes, en las tumbas, en las fechas. En el recorrido por el cementerio que un día, en 1871, se decidió llamar San Pedro, en honor al santo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capitán vela la tumba de su amo desde hace seis años

Fuente: agencia EFE
"El perro apareció un día en el cementerio, sin que nadie lo trajera, y empezó a dar vueltas por todos lados hasta que encontró solo la tumba de su amo", explicó el director del cementerio, Héctor Baccega.
"Capitán", un perro mestizo con algo de ovejero alemán, fue el regalo sorpresa que Miguel Guzmán le hizo a su hijo Damián en 2005.
En marzo de 2006, Miguel falleció y "Capitán" desapareció de la casa familiar, aunque regresó al poco tiempo y se quedó en calle, cerca de la vivienda durante algunos días.
Después, desapareció definitivamente y los Guzmán pensaron que había muerto o había sido adoptado por otra familia hasta que un día lo encontraron en el cementerio, sobre la tumba de Miguel.
"El domingo siguiente volvimos a visitar la tumba y el perro estaba ahí. Esa vez nos siguió, en el regreso, porque habíamos ido caminando. Se quedó un rato con nosotros en casa pero después volvió al cementerio", relató Verónica, la viuda de Miguel.
"Capitán" deambula por el cementerio y a veces regresa a casa de su dueño durante unas horas, pero al atardecer busca la tumba de su amo para dormir.
"Se hizo muy querido, al principio lo llamábamos 'el rengo', porque había llegado quebrado en una pata, pero entre todos los empleados del cementerio le conseguimos un veterinario para que lo curara", detalló  Baccega.
El director del cementerio aseguró que el animal se ha ganado a pulso el cariño de los trabajadores del recinto, que se ocupan de alimentarlo y de mantener al día sus vacunas.
La historia de "Capitán" recuerda a la de "Hachiko", el perro que permaneció durante años en una estación de una localidad japonesa esperando el regreso de su dueño y que inspiró una película de Hollywood.

Los códigos QR llegan a las lápidas


La dura tarea de resumir la vida de un ser querido que ha fallecido en tan solo unas líneas grabadas en piedra podría ser ya parte del pasado. Los códigos interactivos llegan ya hasta a los cementerios.
Chester Pearce, una compañía funeraria de Poole (Inglaterra), ofrece a sus clientes la posibilidad de añadir códigos QR que pueden ser escaneados con un smartphone y redirigir a los visitantes a una especie de memoriales online ilustrados con imágenes, videos y contribuciones de la familia y los amigos.
El director de la funeraria, Stephen Nimmo, explica que los códigos QR hacen posible que los visitantes descubran mucho más sobre la persona enterrada bajo la lápida, además de la edad, la fecha de nacimiento o muerte y el típico pasaje bíblico o cita literaria que normalmente suele inscribirse en ellas. "Trata de mantener vivo el recuerdo de las personas de diferentes formas", dijo Stephen a Reuters.
"Cuando pierdes a alguien, ya sea de forma repentina o tras un proceso prolongado, puedes atravesar muchas dificultades. Hablar de ello es muy importante, y mantener su recuerdo también, y eso es lo que hace este añadido", añadió Nimmo. "Es una tecnología nueva, es algo que gustará a unas personas y a otras no, como en todo lo que hacemos".
Chester Pearce cobra 300 libras por crear un código que también puede situarse en nichos, bancos, árboles o placas, y que conecta con la página de su Recuerdo QR.
Gill Tuttiet, de 53 años, fue uno de los primeros clientes en usar esta tecnología para su fallecido marido, Timothy. "Tim era bastante extrovertido y juguetón con todo. Creo que esto es lo que hubiera querido, y es un proceso que difícilmente podría ser más sencillo", afirmó Tuttiet.
La página web vinculada con el código muestra un perfil del fallecido, imágenes, videos y homenajes de su familia y amigos. Lógicamente no está a la vista de todo el mundo, sino que requiere una contraseña para entrar que solo se proporciona a los más allegados.
Guste o no, e independientemente de lo extravagante que pueda parecer, es un ejemplo de la cantidad de usos que pueden tener este tipo de códigos, hasta ahora usados normalmente en campañas publicitarias, y que ya han sido incorporados en algunos negocios, como un supermercado en Barcelona.

martes, 11 de septiembre de 2012

El cementerio más alto del mundo está en Brasil

El Memorial Necrópole Ecumênica tiene 32 pisos y 25.000 nichos. Está en Santos y es obra de José Altstut, nacido en Santa Fe pero con 50 años de residencia en la ciudad de Pelé.


José Altstut tiene como objetivo mejorar el camino a la eternidad. Pepe, como le dicen su amigos, nació en Santa Fe y hasta los 25 años vivió en La Paternal.
A esa edad se fue a Brasil siguiendo a su padre. Hoy, 45 años después, es el titular del Grupo Memorial, dueño de una cadena de hoteles, amigo personal de Pelé y fabricante de diamantes. Además, figura en el libro Guinnes por haber construido el cementerio vertical más alto del mundo. Ubicado en la ciudad de Santos, llega a los 32 pisos en los cuales se reparten 25.000 nichos.
Se trata del Memorial Necrópole Ecumenica, un complejo de tres edificios a diferentes alturas (10 pisos el más pequeño, 40 pisos el más grande), rodeado de jardines con animales exóticos y una laguna interior con peces multicolores.
 Alstut comenzó a construirlo en 1980. "La idea surgió cuando enterramos al padre de un amigo en Santos. Cuando cavaron el pozo apareció agua porque Santos tiene problemas de marea al haber sido construida en una isla. Esa fue una imagen muy triste", explicó Altstut a El Cronista.

A partir de ese problema, desarrolló una idea que terminó siendo un complejo de tres edificios rodeados por un parque con cascadas, lagunas y animales exóticos. En ese complejo, su amigo Pelé tiene a su madre, hermana y esposa en el cuarto piso con vista al estadio de fútbol donde jugó toda su vida, el estadio del Santos.

De visita en su país de nacimiento para participar de la Funexpo, el evento de servicios exequiales más importante de Latinoamérica que se desarrolló la semana pasada en el Centro Costa Salguero, Alstut explicó que comenzó vendiendo inmuebles y que hoy maneja un imperio comercial. Aseguró que le "encantaría" hacer negocios en la Argentina pero advirtió que "se trata de algo más difícil que en Brasil porque la economía argentina es más cíclica y tiene muchos sobresaltos que en Brasil no existen".

Además de ser el ideólogo del cementerio más alto del mundo, también creó un un crematorio para animales a partir de la muerte de una de sus mascotas. "Cuando murió mi perro no sabía qué hacer, y ahí surgió el crematorio y cementerio para mascotas de lujo", contó Altstut. Así, el empresario transformó un requerimiento personal en un lucrativo negocio a partir del cual en la actualidad, el grupo crema cuatro toneladas de animales por día.

La última inversión de este empresario son dos lomiusines de más de ocho metros de largo para ser utilizadas como carros mortuorios. "Es un servicio VIP, en donde en el mismo vehículo van el chofer, un acompañante, el féretro y cinco personas, más en una sala con todas las comodidades, frigobar, TV", explicó.

fuente: http://www.sitioandino.com/nota/50791-el-cementerio-mas-alto-del-mundo-esta-en-brasil-y-fue-construido-por-un-argentino/

 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Flowi: ya no es necesario visitar el cementerio para dejar flores


“Flowy” es el nombre del novedoso proyecto en que estar lejos del cementerio o parque donde descansan los seres queridos ya no será un problema. Este particular emprendimiento ofrece un servicio de encargo y entrega a distancia de flores a estos recintos.
Este emprendimiento está liderado porMauricio Rojas y Jorge Parada, el equipo ganador del segundo Microsoft Pitch Challenge, organizado por el Instituto de la Universidad de Santa María y apoyado por Microsoft de Chile.
Según explican los creadores del proyecto, la idea surge porque un amigo necesitaba enviar flores a un cementerio a Concepción. Él hizo algunos llamados y al final no lo consiguió. En ese momento identificaron un problema que se podía convertir en oportunidad.
Y en ese contexto crean Flowy, que consiste en el envío y colocación de flores en Parques y Cementerios, servicio que se contrata y se paga en www.iflowi.com. Luego, para tranquilidad del cliente, el sistema envía una fotografía del arreglo instalado en el lugar.
El servicio ya está en funcionamiento y cualquier persona puede contratar el servicio de envío y colocación de flores en  Parques o Cementerios que estén entre las regiones de Valparaíso y del Biobío en Chile.

domingo, 2 de septiembre de 2012

La Gran Danza Macabra de Marduk

Ya que hace poco incluí en este blog una versión de la "Danza Macabra" de Camille Saint Saënz, me es grato compartir una nueva "danza macabra" interpretada por la poderosa banda de black metal sueco Marduk. Un tema que bien podría referirse a las profundas reflexiones que realizó Giorgio Agambén sobre el estado de guerra.

Epitafios...

 
Por: Harry Castro

‘ Mujik, prepárate a morir, y en la espera, cultiva la tierra’, proverbio ruso.

Mi familia paterna siempre tuvo interés por los cementerios; por ende, por los epitafios, que no son más que la inscripción en un sepulcro con breves poemas sarcásticos que recuerdan a un ser muerto. Me convertí en cómplice de esta curiosidad lúgubre. Solían recomendarme visitar en mis viajes al extranjero algunos cementerios, como si fuesen museos; al principio discrepé, el tiempo les otorgó la razón y hoy mantengo esta rutina presente en mi ruta al exterior. Me he topado con epitafios humorísticos y otros más solemnes, grabados en piedras, donde reposan seres célebres y se destacan monumentos.

De los 14 cementerios parisinos, de mi interés el de intramuros PERE-LACHAISE donde reposan CHOPIN, EDITH PIAF, MOLIERE y WILDE. El de MONTMATRE en él yacen ALEJANDRO DUMAS hijo y NIJINSKI. El de la Sorbona nada menos que RICHELIEU. En el Panteón VICTOR HUGO. El de Recoleta en Buenos Aires descansa EVA PERON, repleto de anécdotas interesantes. Es de los más costosos del mundo; existen tumbas con ascensor y música ambiental. Las familias ‘paquetas’ (elegantes), pero sin dinero, contratan tumbas por días, efectúan los entierros allí y luego vuelven a enterrar a sus muertos en otro cementerio más austero.

El cementerio monumental de Staglieno de Génova es considerado el más grande y lindo del mundo (¡que ironía!). El cementerio Colón, en La Habana, donde descansa el generalísimo MAXIMO GÓMEZ y RIBALAIGMA íntimo de Hemingway y creador del famoso trago ‘Daiquiri’. El cementerio Central de Bogotá, donde enterraron a LUIS CARLOS GALAN candidato presidencial y ALFONSO LOPEZ padre e hijo, presidentes ambos. ‘La Ciudad de los Muertos’ en El Cairo, cementerio donde viven cientos de miles de ciudadanos que no tienen una vivienda. El Cementerio de Sapinta en Rumania, conocido como el ‘cementerio alegre’, donde acuden turistas de todas partes del mundo. Los epitafios son frecuentemente humorísticos, las cruces de las tumbas son de colores alegres (la mayoría fue labrada por Ion Star Patras, ebanista, sus propios restos reposan debajo de una cruz en colores elaborada por él). Cito algunos epitafios que rezan en las tumbas de estos curiosos cementerios.

*’Tzuica es una genuina peste. Que trae angustias a este y aqueste. Me la trajo a mí como ves. Y estiré la pata a los cuarenta y tres’. *(Licor de ciruela oriundo de la región).

‘Patac George era mi apelativo en el trabajo y el juego, de vivo, mientras el mundo nos dio amarras, gastábamos bromas en las barras cuando tuvimos buena salud, amasar fortuna fue nuestra virtud, riqueza y pasado se han ido y a la tumba hemos venido, ‘mi vida’ dijo al cielo vete a la edad de setenta y siete’.

‘Aquí yazco desde que llegué, Braic Ileana me llamé en mi vida, tuve cinco hijos, quisiera, Dios, tenerlos vivos. Griga: quedas perdonado, por haberme apuñalado, cuando lleno de certeza viniste a este lugar, me trajiste, tu madre junto a la capilla reposa y aquí estará un día tu fosa’. * (¡Madre apuñalada por uno de sus hijos!).

‘Te espera el mármol que no leerás. En ella estarán escritos la fecha, la ciudad, el epitafio’.

‘La vida fue generosa conmigo; en todo, hasta en desengaños’.

‘Todo iba bien, hasta que llegué aquí’.

‘Ya no es ayer, mañana no ha llegado; hoy pasa, y es, y fue con movimiento que a la muerte me lleva despeinado, azadas son la hora y el momento, que a jornal de mi pena y mi cuidado cavan en mi vivir, mi monumento’.

‘He aquí los restos mortales de una mujer de talento en cosas municipales es decir… de ayuntamiento’.

‘Aquí yace una doncella hija del Tío Lagarto; fue muy candorosa y bella, la pobre murió de parto’.

‘Aquí un hablador se halla y por primera vez se calla’.

‘Aquí yace un perezoso, que, al acabar la jornada, dijo: ‘Voy a ser dichoso: ya no tendré que hacer nada’.’.

‘Aquí en esta tumba fría descansa la esposa mía y si ella descansa en paz, está descansando más su esposo’.

‘Vi de un entierro pasar; pregunté; quien se murió y el cura me respondió: el que llevan a enterrar’.

‘Aquí yacen cuatro socios que juntaron gran caudal, un médico, un boticario, un cura y un sacristán’.

‘Aquí yace un contador que jamás erró una cuenta a no ser a su favor’.

‘No riegues, ¡Oh caminante, con lágrimas mi sepulcro que las lágrimas son agua, y el agua no es de mi gusto’.

‘Ya somos el olvido que seremos el polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán y que es ahora todos los hombres, y que no veremos’.

‘Ya somos en la tumba las dos fechas del principio y el termino. La caja, la obscena corrupción y la mortaja, los ritos de la mente y las endechas’.

‘No soy el insensato que se aferra al mágico sonido de su nombre, pienso con esperanza en aquel hombre que no sabrá que fue sobre la tierra’.

‘Bajo el indiferente azul del cielo esta meditación es un consuelo

Saint-Saëns y su danza macabra

Una hermosa animación de la hermosa pieza de Saint-Saëns, para disfrutar en familia

¿Pueden los cementerios urbanos ser reservas naturales?



A sea of gravestones etched with the names of lost loved ones might not be what you would picture when you imagine a nature reserve.
But Manchester City Council plans to give Southern Cemetery in south Manchester, which is the largest cemetery in the UK, that official title.
According to Natural England, it will be one of just 10 graveyard nature reserves in England. And it is part of a bigger plan in Manchester to put cemeteries "on the map" for nature-loving urbanites.
So just how wild can a burial ground be?
David Barlow, who leads the environmental strategy team for the local authority, says cemeteries are "hidden gems".
"They're lovely places for wildlife," he told the BBC.
Mr Barlow and his council colleagues have the power to "officially designate" an area a nature reserve.
But to have the support of Natural England, the government body that sets the definition of a national nature reserve, they must demonstrate that the proposed site is "special" in terms of the flora and fauna it harbours, and that the council is working to protect it.
This means marrying up nature conservation with running a working cemetery, which can be a challenge.
As Mr Barlow explained: "People don't want a messy, overgrown grave for a loved one."
So the council has set out to strike a balance between biodiversity and burial site.
In some of the very old areas of the cemetery where few people now visit, they have stopped mowing the grass around the headstones to encourage wild flowers to grow.
"We still cut the grass in parts of these areas to create pathways and access to graves," explained a council spokesperson.
"[And] we continue to cut the grass on a regular basis in the areas where graves are visited regularly.
"People can still place flowers at the headstones of every grave."
As Mandy Elford from the Greater Manchester Ecology Unit explained, the "more natural areas", where the grass has been left to grow already contain a variety of wild flowers, including bluebells, lesser celandine, cuckoo flower, common sorrel and common dog violet.
"Southern Cemetery has also just introduced a meadow burial site and intend to create a wildflower meadow in this area," she said.
The council has also been working with local wildlife groups to survey the site's wildlife. Ultimately, they hope to organise bird or bat-watching tours, to show local people that the graveyard is a space they can visit and enjoy.
Clare Sefton, from the South Lancashire bat group, has carried out bat surveys in Southern Cemetery.
She has found three of the UK's 18 bat species in the cemetery.
"As well as common pipistrelles, we've recorded soprano pipistrelles and noctule bats, which are the UK's largest species," she told the BBC.
She explained that the flying mammals hunt for insects among the cemetery's avenues of mature deciduous trees.
"The cemetery provides an insect-rich habitat in a largely urban area which is a great haven for feeding bats along with some large, old trees which could support bat roosts," she said.
Graveyard safari

Are natural burials a 'greener' option?

A natural burial site
The aim of what is known as natural burial is for the deceased to enter the ecosystem with as little impact on the environment as possible. The sites are also kept relatively wild to encourage wildlife.
"Green burial", as it is also known, is becoming increasingly popular. The UK's first natural burial site opened near Carlisle in 1993, and since then more than 260 sites have opened across the UK.
One defining feature of this type of burial is the unusual materials that the coffins are made from, including cardboard, wood and willow.
Permanent grave markers, made from stone or granite are not permitted on these sites. Instead, some families choose to plant trees to mark a grave. But many graves are left completely unmarked.
Advocates claim that witnessing the passing of the seasons can actually help mourners with the grieving process. Prof Douglas Davies, co-author of a recently published book on natural burials says that families can also find comfort in giving a loved one the "green burial" they had wished for. "Few speak of a cemetery grave as 'what she always wanted'," he told the BBC.
But its hidden wild side really comes to life in the evening.
During her late night bat walks in the burial ground, Ms Sefton has encountered tawny owls and foxes, as well as the three species of bat that were the focus of her work.
This nocturnal activity is not surprising, according to urban ecologist Prof Philip James from Salford University.
"Cemeteries were created by enclosing countryside often contain species-rich grassland, heathland, and woodland," he said.
"[These are] habitats that have disappeared elsewhere in the city as other land around the cemetery has been built on for housing or business."
Crucially, they are also quiet places, leaving wildlife to roam largely undisturbed.
"You find badgers - which cause problems in some cemeteries by digging up the graves," Prof James told the BBC.
"There are often foxes, deer, bats, all the small mammals, [including] shrews and voles, along with a variety of birds nesting the old trees can all be found."
Any unmown grass, patches of which are being left by cemetery management, can be a haven for insects and spiders.
And while native plants such as bluebells grow in the woodland, Prof James says that some "interesting communities of introduced plants [have been] brought in to the cemetery by families".
"You sometimes find climbing roses or buddleia that people have planted at their loved ones' graves," he added.
A big part of the project is addressing the challenge of giving people access to quiet, natural spaces that the council says can improve people's quality of life. This is a particular priority for a city with a post-industrial landscape.
"We have the legacy of the industrial revolution; We're the first industrial city," said Mr Barlow.
"So having spaces for nature is really important for us."
Prof James added that, because the cemetery land was encapsulated in the 1870s, it contains truly old habitats - the remnants of what the countryside was like in those days.
"Urban habitats are, in many places, can be more diverse than the countryside, which is dominated by agriculture," he told the BBC.
"Here we have real diversity."

Junta de Beneficencia inaugura nuevo cementerio en Guayaquil

fuente:  http://expreso.ec/expreso/plantillas/nota_print.aspx?idArt=3647433&tipo=2


Con 41.019 bóvedas disponibles y ocho tipos de servicios exequiales, el nuevo cementerio Panteón Metropolitano, ubicado en el km 8 de la vía Perimetral, al llegar a la vía Guayaquil-Salinas, fue inaugurado ayer por directivos de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
La primera fase de la obra está construida sobre 70.000 metros cuadrados. Allí están instaladas cuatro salas de velación, cada una con capacidad para 250 personas y una capilla. También abarca servicios funerarios, mausoleos y lotes.
La gran variedad implica desde lotes de tierras para mausoleos hasta túmulos, bóvedas, cenizarios y nichos. Los valores de estos van desde los $29 mensuales hasta aquellas opciones que tienen costos cercanos a los $100.000.
Fernando Illingworth, inspector del Cementerio Patrimonial, resaltó la construcción de la obra que se ha realizado atendiendo a la planificación de cuatro fases, distribuidas en un terreno irregular, "cuya topografía ha permitido un diseño muy particular que resulta atractivo por las diferentes sepulturas, tumbas, bóvedas, cenizarios o nichos que se han edificado".
Asimismo, resaltó algunos detalles como los acabados, los materiales utilizados en los diferentes ambientes, algunos importados, hasta la parte tecnológica que tienen como particularidad las salas de velación, con ambientes de reposo, cafetería y capilla.
Todas están integradas en una edificación para convertirse en salas de mayor capacidad, dependiendo de la necesidad.
Werner Moeller Freile, director de la Junta de Beneficencia, dijo que el camposanto brindará una variedad de servicios que podrían confundirse con algo de suntuosidad pero que, en realidad, ofrecerá sepulturas de todo tipo y para las necesidades de todas las familias que lo requieran.
Mons. Antonio Arregui Yarza, arzobispo de Guayaquil, fue el encargado de bendecir el lugar en cuya primera fase se han construido 1.256 bóvedas, 638 nichos sencillos, 96 dobles, más las áreas para realizar los velorios.
Luego de la bendición se realizó un recorrido para observar los diferentes tipos y diseños de sepulturas.
En la puerta principal del panteón hay una frase con letras doradas que reza en latín Hic Nova Vitae Porta Est y que significa "Esta es la Puerta de la Nueva Vida". Según los directivos de la Junta, esto quiere decir que este es un lugar donde los deudos podrán elevar sus plegarias por el descanso eterno de los fallecidos.
Una segunda fase, que aún no tiene fecha de inicio, será la destinada a la construcción de edificios de bóvedas (con dos y tres pisos). También se prevé la construcción de una especie de lago, de donde se regarán además las áreas verdes.
La ceremonia de inauguración y bendición del nuevo cementerio contó con la presencia del alcalde Jaime Nebot, miembros de la Junta de Beneficencia, entre otros.
Nebot se mostró complacido porque la ciudad cuenta ahora con un nuevo cementerio y felicitó a la Junta por estar siempre a la vanguardia del voluntariado de la ciudad.
"El cementerio inicial de la Junta de Beneficencia de Guayaquil ha cumplido su capacidad. Sigue siendo una joya arquitectónica de mucho sentido y habrá que conservarlo y mantenerlo; y en este sentido, el Municipio seguirá trabajando en conjunto".