El sábado 30 de noviembre el gobierno de la provincia de Pichincha presentó el resultado del proyecto “Cronistas locales”, en el que participó la Red Ecuatoriana de Cultura Funeraria. Se trata de un libro que reúne relatos construidos con habitantes de las parroquias de Cumbayá, Tumbaco, Puembo, Pifo, Yaruquí, Tababela, Checa y El Quinche, en el valle de Tumbaco, y Conocoto, Alangasí, La Merced, Guangopolo, Amaguaña y Píntag, en el Valle de Los Chillos.
El proyecto incluye una exposición fotográfica que estará en la sala Demetrio Aguilera de la Casa de las Culturas hasta el 5 de diciembre. Luego recorrerá toda la provincia.
La iniciativa surgió en 2022, cuando la prefectura provincial convocó a distintos colectivos culturales para trabajar en todo el territorio de Pichincha. La Red Ecuatoriana de Cultura Funeraria, institución académica e investigativa que tiene amplia experiencia de trabajo comunitario, se sumó al proyecto con Leonardo Zaldumbide Rueda, Daniel Rivera Albuja, Rafael García Díaz, Sebastián Borja Noble, José Roldán Duque y Natalia Rivadeneira Ortiz.
Nuestra metodología de trabajo buscó generar espacios para la construcción común de las crónicas. La intención fue producir una obra coral, en la que el relato tenga múltiples voces y no solo la de un especialista.
Cada crónica e hito fue objeto de debate. Abrimos un espacio a la disputa dentro del texto a fin de evitar que se convierta en otro ejercicio de concentración y de validación nostálgica. Esto nos permitió abordar temas sensibles como la conurbación, la cercanía e incluso la expulsión, cuando en el imaginario la ruralidad quiteña aún se piensa como un espacio de paz.
Concebimos al trabajo que realizamos como un constructo inacabado. Las crónicas propuestas, al ser comunes, no están terminadas; no es deseable. Anhelamos crear un espacio digital al final del proceso para que estudiantes y parroquianos puedan interactuar con sus crónicas e hitos para que puedan ser ampliados, criticados, reescritos o corregidos.
El valor más profundo de la memoria es que no está escrita en piedra. Sus urdimbres son paradójicas; por un lado, son tan firmes que nos mantienen unidos al espacio social que nos da forma y nos configura, pero, por otro, son lo suficientemente flexibles como para permitirnos proyectar los afectos individuales o, simplemente, olvidar.
Los cinco tomos del libro pueden leerse o descargarse a través de este enlace: