martes, 26 de abril de 2016

¿Dónde reposan los restos de los personajes históricos?



Artículo aparecido en Diario La Hora en 2011 sobre una entrevista a Gonzalo Ortiz.


Por temor a la profanación, por morir en batallas o por enfermedad; los cuerpos de los personajes históricos del país han sido enterrados en secreto, han desaparecido y en algunos casos, han recuperado un lugar protagónico en los cementerios de la ciudad.

Los cementerios más antiguos son los que se han convertido en el lugar de reposo para estos restos y la mayoría se encuentra en conventos del Centro Histórico.

El exvicealcalde de Quito, Gonzalo Ortiz, miembro de la Academia Nacional de Historia, explica que dos son las tumbas más emblemáticas de la ciudad, la de Eugenio Espejo y la de Sucre.

“El más grande ecuatoriano, Eugenio Espejo está en la capilla de San José, ubicada junto al convento del Tejar. Pero actualmente no existen los restos aunque se sabe cuál fue el nicho en el subsuelo de la capilla. En el mismo lugar, el 2 de agosto de 1810, fueron enterrados más de 300 cadáveres, pero se narra que esa noche salieron de varios conventos de Quito para recoger los cuerpos de los asesinados”, explica Ortiz.

Varios son los conventos que guardan los cuerpos de la fecha recordada como ‘Matanza’, uno de ellos es San Agustín. En la sala capitular del convento hay una trampa en el piso por donde se baja hasta donde están los restos de los patriotas asesinados en esa fecha. “Lo mismo pasó en varias iglesias como en Santa Bárbara y San Sebastián, lugares que tenían camposantos junto al altar o criptas”, agrega Ortiz.

Otra tumba célebre es la de Antonio José de Sucre, quien se encuentra en la Catedral Metropolitana de Quito, donde existe un cementerio interior, una trampilla para acceder a una catacumba y algunos lápidas en cámaras donde descansan otros personajes relacionados con la iglesia.

La búsqueda
“De Sucre, la historia es que, como había tanto odio y él fue asesinado, la viuda Mariana de Carcelén ocultó su cadáver por algunos años en el convento de clausura del Carmen Bajo. El temor era que los restos fueran profanados”, dice Ortiz.

Doña Mariana dejó el cuerpo encargado con las madres que custodiaban el convento y el secreto pasaba de superiora a superiora hasta que se hizo público y se envió una comisión de médicos para reconocer el cuerpo. “Esa comisión fue elaborada por Eloy Alfaro y fue la que dio el certificado. Solamente a comienzos del siglo XX es que se lo trasladó a la Catedral”, señala el historiador.

Ismael Palma, uno de los guías turísticos de la Catedral Metropolitana de Quito, comenta que otro de los personajes del lugar es Carlos Montúfar, un patriota que murió en batalla 1816 y que recientemente fue trasladado al lugar.

La historia de la recuperación de sus restos también se remonta muchos años atrás, porque originalmente su cuerpo permaneció en Buga – Colombia, donde murió.

Años después, el alcalde de Buga, como un homenaje a Quito, entregó a una comisión los restos mortales que fueron depositados en la Catedral Metropolitana. “En mi gestión como concejal, me preocupé de reencontrar esos restos porque se habían perdido, hablé con el entonces cardenal, Monseñor Vela y con varios canónigos del templo. También hice poner una carta a Paco Moncayo para saber dónde estaban los restos. Finalmente se los localizó y nos comprometimos en que se haría un monumento funerario para que no esté en la Capilla de Las Almas”, cuenta Ortiz.

Esos restos estaban en un pequeño cofre, confundido porque estaba como pedestal y no se observaba la inscripción.

Otros personajes
Uno de los objetivos de la Basílica del Voto fue que se convirtiera en un panteón nacional, aunque no funcionó de esa forma. Sandra González, coordinadora de Guías de la Basílica, señala que en realidad solo tres mausoleos están ocupados y corresponden precisamente a los expresidentes Camilo Ponce Enríquez, Manuel Jijón y Caamaño y Manuel F Córdoba.

El cuerpo de Manuela Sáenz no existe, porque murió en una epidemia de fiebre amarilla y se quemaron sus restos y todo lo que tenía en su casita.

De Manuela Cañizares no se conoce la tumba. Existen varias versiones. “Hay quienes dicen que fue a Pujilí, donde murió; otros dicen que falleció en Quito, pero a la final nunca se sabrá porque en esa época era hasta peligroso que se sepa donde estaban enterrados, por la persecución de los realistas”, finaliza Ortiz.

El análisis
Después de tantos años, para certificar que los cuerpos encontrados pertenecen a los personajes en mención, se ha utilizado dos técnicas. Según explica Ortiz, la primera técnica fue la comparación de los hechos históricos con los restos; y la segunda, los análisis de ADN.

“Antes se reconocía los cuerpos por técnicas forenses, por ejemplo, el reconocimiento de los restos de García Moreno se hizo por los machetazos y balazos que le dieron, incluso por la foto que hay de él ya muerto. Entonces, en el cráneo se encontró exactamente los orificios de bala que se sabían por las fotos y las señales de los machetazos que habían tallado el hueso y, por eso, se supo sin lugar a duda que ese es el cuerpo”, explica el experto.


Históricos
Sitios donde descansan

° Eugenio Espejo Capilla San José (El Tejar)
° Carlos Montúfar Catedral Metropolitana de Quito
° J. M. Velasco Ibarra

San Diego
° Muertos 2 de agosto de 1810

El Tejar
° G. García Moreno
Catedral Metropolitana de Quito

° Antonio José de Sucre
Catedral Metropolitana de Quito

° Juan José Flores
Catedral Metropolitana de Quito

° Manuela Cañizares
Desconocido

° Manuela Sáez
No existe cuerpo, fue incinerado

Datos
El Tejar fue restaurado con una inversión de 200.000 dólares.
Espejo murió el 26 de diciembre de 1795 a los 48 años de edad.

 

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